La historia de mi vida no podría explicarse sin la literatura. A la lectura debo la enseñanza más importante que jamás recibí: el descubrimiento fascinante que significa viajar en el tiempo y en el espacio diseccionando las entrañas de un buen libro. Así, desde la infancia, comenzó mi amor por las palabras y fue muy poco tiempo después cuando me hice consciente de que me sería muy difícil ser feliz si no podía inventar mis propias historias.

El primer concurso literario lo gané con 13 años en el instituto. Era un poema de amor, por el que recibí como premio dos libros (uno de Antonio Machado y otro de Miguel Hernández). Todavía los conservo con profundo cariño.

Al terminar el bachillerato ya tenía decidido que, por encima de cualquier otra cosa, quería ser escritora. Y me licencié en filología hispánica por la universidad de Córdoba. Disfruté enormemente estudiando en profundidad a los grandes de nuestras letras españolas. Desde que finalicé esta formación universitaria, he ejercido como profesora de lengua y literatura españolas en secundaria. Después realicé un máster en trastornos y patologías del habla en la universidad de Vic (Barcelona). Así sería útil a aquellas personas que, entre mis alumnos, tuviesen algún problema para comunicarse oralmente o por escrito. Gracias a ello descubrí que la literatura también puede curar. 

Soy autora de libros en los que cultivé diversos géneros literarios (teatro, poesía y narrativa), destinados a adultos, aunque también al público infantil y juvenil. Escribir para los más jóvenes me produce una enorme satisfacción, pues me permite usar la imaginación sin límites. "Besos de chocolate para niños poetas", "La cajita de botones", "Wifi free" o "El velo de Sahara" son algunos de esos libros. Escribir para mayores me da la oportunidad de profundizar en los rincones más recónditos del alma humana con títulos como: "Princesas de cristal", "Sonetos de lujuria y perdición" o "Déjame que llore".

A través de mi labor docente, tuve la posibilidad de acceder y sucumbir a otra de mis grandes pasiones: el teatro.

He dirigido, adaptado y escrito textos para el grupo de teatro juvenil "Pigmalión", llevando a los escenarios numerosas obras, entre las que cabe destacar: "Jaque al caballo" y "Prejuicios", acreedoras de importantes premios y reconocimientos en el ámbito escolar. Estas experiencias educativas me han permitido impartir cursos de verano sobre dramaturgia, organizados por editoriales y orientados a maestros. En los últimos tiempos también he escrito textos dramáticos para compañías de teatro adulto como Tejemaneje y Labaranda Teatro: "Carpe Noctem", "Silencios" o "Fe, Esperanza y Caridad".

 

Centrada actualmente por entero en la novela, aún sigo aquí urdiendo nuevos proyectos con los que espero continuar encontrándome contigo en muchos libros y disfrutar juntos de la música que atesoran las palabras.